Rss Feed
  1. Creo en ti. Capítulo Diez

    lunes, 18 de abril de 2011



    Una vez que dejó atrás a Estela Vilma hizo el resto del camino a la enfermería a zancadas, intentó relajarse y dejar de pensarlo pero es que sacaba lo peor de ella; habían tenido sus broncas, pero lo de aquel día había sido demasiado; cuando voto a favor de dejar al Capitán, De la Cuadra y a Piti en la bodega había hecho por entenderla, tenía miedo a morir, muchos lo habían tenido; cuando se había acostado con Piti habían llegado a pegarse, pero aquello había quedado aclarado, en muchas cosas pensaban distintos, pero eran diferencias salvables, ¿qué se quería meter desnuda en la cama del Capitán? Bueno...cada uno con sus idas de olla. Pero lo de aquella mañana era lo último, ¿qué más le daría a ella lo que Andrés hacía o dejaba de hacer con su vida? Era su amigo, se suponía que lo que le importaba es que fuese feliz, sin condiciones, pero como siempre, Estela la sorprendía; sin darse cuenta llegó a su destino y cerró la puerta de un golpe; era obvio que no había logrado calmarse, el cabreo con Estela por su encontronazo era más que evidente.
    --- Ups, perdón --- dijo al darse cuenta de lo que como había entrado a la habitación.
    --- Tranquila mujer, no pareces de muy buen humor--- le respondió Julia acabando de leer unos papeles.
    --- Contenta estoy pero siempre hay alguien que se cree que puede joderte el día, ¿tú qué tal estás?
    --- Yo perfecta --- dijo Julia sonriéndole, hacía un tiempo que parecía realmente feliz --- aunque no entiendo del todo lo que pasó en el comedor si te soy sincera.
    --- No me hables de eso--- le dijo Vilma subiéndose a la camilla y empezando a balancear las piernas --- ¿tú qué opinas?
    --- ¿Yo? Que Palomares es mayorcito para saber que hacer con su vida y que nadie deberia interferir en sus decisiones, no creo que Ricardo le pusiese pegas...
    --- Ricardo ehhh--- la picó Vilma interrumpiéndola.
    --- Bueno...el Capitán--- comentó Julia--- a todo esto ¿tú no venías a preguntarme algo? Supongo que quieres que hagamos la ecografía, se ha vuelto comodón ahí dentro--- mientras hablaba Julia empezaba a colocar el material.
    --- No, no hace falta, se ha movido --- dijo Vilma negando con la cabeza ilusionada.
    --- ¿De verdad?--- Julia se emocionó ante la noticia.
    --- Sí, dos veces --- contestó la futura mamá contenta y llevando la mano una vez más a la cadena, a ese trocito de Andrés que tenía con ella.
    --- Entonces...tu dirás que tienes que preguntarme.
    --- Nada, dudillas tontas sobre el embarazo; muchas son tonterías pero claro, tampoco tengo otra manera de resolverlas si no es preguntándote--- mientras se explicaba seguía balanceando los pies nerviosa.
    --- No te preocupes, soy tu médico, y tu amiga, así que preguntame todo lo que quieras saber, es mejor que no te quedes con ninguna duda --- Vilma le sonrió agradecida desde la camilla --- pero pensé que ya no te quedaba nada más que preguntarme--- añadió Julia sonriéndole a su vez.
    --- Lo sé, lo sé, soy un poco pesada pero soy primeriza en el fin del mundo, es mi única excusa--- Julia asintió con la cabeza y esperó a que empezase con su ronda de preguntas; Vilma se devanó los sesos un momento, sólo tenía una pregunta, pero no podía soltarla así de sopetón:
    --- Lo que habíamos hablado de la leche...
    --- A ver, nosotras vamos a suponer que le podrás dar el pecho, pero en caso de que no se pueda podemos arreglar perfectamente con la leche que tenemos, no es infantil pero servirá--- le contestó, sabía que Vilma estaba nerviosa por su embarazo, bastante bien lo estaba llevando dadas las condiciones en las que estaban, pero la doctora creía que en aquella ocasión la chica tenía claro lo que quería preguntarle pero estaba dando vueltas, aquello lo tenían más que hablado.
    --- Vilma, ¿me equivoco o sabes perfectamente lo que me quieres preguntar?
    --- Sí...verás...esto...--- Vilma pensó que su plan de sutileza no había dados sus frutos, pero esto no era algo que tuvieses que ir preguntando por ahí normalmente.
    --- ¿Vilma te estás ruborizando?--- preguntó Julia riendo.
    --- ¡No te rías de mi! Bastante apurón me estoy llevando ya...a ver que si...
    --- ¿Puedes mantener relaciones?--- Julia intentó no romper a reír mientras hacía la pregunta.
    --- Mira tú, si ya sabías la pregunta no era necesario hacerme sufrir--- le respondió Vilma mientras se ponía roja hasta las orejas, vivían en un barco, bastante poca intimidad había como para ir contando por ahí todos los detalles, además ella se apellidaba Llorente, no Montes.
    --- Lo siento--- Julia cambió la cara y adoptó un tono profesional--- A ver, no hay motivo que haga pensar que no puedes mantener relaciones sexuales, aunque tu embarazo no es fácil eso no tiene nada que ver, en ese aspecto es una gestación normal; si ves que se te presentan molestias distintas de las habituales házmelo saber y miramos de que puede ser, y en los últimos meses ya miraremos como se va desarrollando todo, pero hasta nuevo aviso puedes llevar una vida sexual normal.--- Vilma asintió a todas sus palabras:
    --- ¿Completamente normal?
    --- Sí, del todo. Hombre habrá cosas que te pueden resultar incómodas pero eso ya lo irás viendo tu.
    --- Vale, vale,vale--- dijo Vilma azorada agitando las manos--- ¿Entonces esté va a estar bien?--- mientras lo preguntó apoyó una mano en su tripa.
    --- Sí, no corre ningún tipo de riesgo tranquila. Bueno hasta aquí mi parte profesional, ahora viene la cotilla...¿con quien quieres pasar tu a mayores?--- preguntó Julia sentándose a su lado.
    --- Oye cotilla, que esto era una consulta profesional--- dijo Vilma estirando el cuello--- un momento médico-paciente nada más.
    --- Y te la conteste, ahora dime...¿quién es el afortunado?
    --- Qué no te lo voy a decir, ya puedes esperar sentada--- para darle más enfasis se cruzó de brazos.
    --- Venga, ¿qué te cuesta? Un cotilleo para pasar el día--- en ese momento golpearon en la puerta y entró Piti:
    --- Doctora, De la Cuadra me manda a por Trombocid, el resto de la frase creame que no hace falta que se la diga --- Julia rió ante el comentario y se levantó a buscar la pomada mientras Vilma hablabla con Piti.
    --- ¿Qué haces aquí? ¿Todo bien?--- preguntó el chico preocupado.
    --- Sí,solo estoy de parola con Julia, oye, ¿más tarde podemos hablar?
    --- Claro que sí, cuando quieras después de los turnos, ¿a la noche mejor? --- Vilma asintió y Piti cogió el tubo que Julia le estaba ofreciendo y salió de allí tropezando con la puerta.
    --- ¿Y a este que le pasa?
    --- Vete a saber---contestó Vilma--- estará preparando alguna de las suyas.
    --- Le dijiste que tienes que hablar con él...¿no será...?--- Julia alzó las cejas mientras hacía la pregunta.
    --- ¿Piti? No. Si ni cuando salimos...olvida lo que acabo de decirte--- añadió ante la cara de asombró de Julia, se levantó y pusó camino a la puerta ella también.
    --- No si ahora que lo dices, dado que me acabas de preguntar si puedes...
    --- Adiós Julia--- dijo Vilma dignamente sin pararse.
    --- Pero no me dejes así que me muero de la intriga.
    --- Adiós Julia--- repitió cerrando la puerta.
    --- ¡Soy tú médico! Estás cosas son relevantes --- escuchó que gritaba desde dentro, así que abrió la puerta, se asomó y dijo:
    --- ¿Pero tú cuantos años tienes?--- esta vez fue Julia la que se cruzó de brazos haciéndose la ofendida, aunque se echó a reír a la vez que lo hacía Vilma, quien al ver que iba a volver a preguntarle cerró la puerta y fue a la cocina a ayudar a Salomé, que era lo que le tocaba.

    --- Hola vida, ¿más calmada?--- saludó la cocinera al verla entrar, estaba atareada como siempre, yendo de un lado a otro y haciendo 20 cosas a la vez.
    --- Sí, tus tisanas hacen milagros. ¿A qué me pongo?
    --- Pues a que va a ser corazón, a limpiar pescado...menos mal que no tenemos a ningún alérgico, porque sino iba a mantenerse a ostias, porque a otra cosa...--- Vilma rió ante el comentario de Salomé y se puso los guantes para empezar a trabajar, en ese momento se abrió la puerta y entró Andrés cargado con una caja llena de pescado, Vilma que estaba de espaldas a la puerta no pudo evitar sonreír al oír su voz:
    --- Pues si alguien tiene que comer ostias a mi aún me quedan sin consagrar.
    --- Pasa con el pescado que te voy a dar yo a ti ostia sin consagrar, ¿esto no lo tenía que traer Julián?
    --- Sí, pero Piti me dio un golpe en la espalda y ya me había golpeado antes, tuve la mala idea de quejarme y el me escuchó, y me mandó a traer el pescado porque la cubierta no es lugar para....quejicas, y ahora quedaba gritándose con dos o tres más--- se explicó el chico.
    --- No creo que él haya dicho quejicas...Un día normal con De la Cuadra vaya--- dijo divertida Vilma
    --- No lo sabes tu bien hija, no se como lo aguanto...es un milagro.
    --- No es un milagro Salomé, es amor--- dijo Palomares mientras vaciaba la caja y le guiñaba un ojo a Vilma.
    --- Sí, eso tambien--- rió la cocinera --- ¿Comó lleva lo que pasó antes en el comedor Padre?
    --- Salomé que me llames Andrés, o Palomares como todo el mundo. Bien, no entiendo porque tuvieron que ponerse así por algo que es completamente privado, pero bien --- mintió el ex-cura.
    --- La gente que solo se quiere a si misma no entiende que hay cosas por encima de las creencias de uno mismo, pero si tu estás bien me quedo más tranquila--- le respondió dando una palmada en su mejilla y entrando a la alacena--- a la que casi se la un ataque de la rabia, fue a esta.
    --- Ehh, no te chives de mi, que yo soy una persona muy tranquila y centrada--- dijo Vilma alzando la voz para que la oyese, Andrés que ya había acabado de vaciar la caja se apoyó a su lado en la encimera y empezó a ayudarla con el pescado sin decir nada.
    --- Yo no digo que no vida, no digo que no, pero antes te llevaban todos los demonios--- Vilma se fijo en como Andrés sonreía ante la frase de la cocinera, esta llego junto a ellos y abrió una caja:
    --- Andrés a ti no te puedo ofrecer que yo tampoco voy a coger, pero vamos a darle una alegría a ese chiquitín ahí dentro--- quitó la tapa y dejó al descubierto una hornada de magdalenas de chocolate--- me decidí a hacerlas para el desayuno de mañana, pero tengo que tenerlas escondidas, que el chocolate y el racionamiento son dos cosas que no se llevan bien. Coge una.
    --- No Salomé, son para todos, ya me dais la leche extra en el desayuno--- mientras hablaba a Vilma se le hacía la boca agua pero no quería aprovecharse.
    --- ¿Quién es aquí la cocinera? Que cojas una te digo --- Vilma miraba la caja indecisa, no quería coger, pero la verdad es que tenía hambre.
    --- Vilma, hoy echaste el desayuno, no tienes nada en el cuerpo desde la cena, cómete la magdalena--- el tono de Andrés no era de broma, a Vilma le recordó vagamente al de la noche anterior cuando le había impuesto no morirse; sabía que los dos tenían razón, y que serían capaces de hacerla comer si hacía falta, además tenía tanta hambre, y olían tan bien.
    --- ¿Qué vomitaste el desayuno?--- Salomé quito dos magdalenas de la caja y se las dejó en la mesa--- no acepto un no.
    --- Ya la oíste, come--- dijo Andrés señalando los dulces con el cuchillo mientras seguía limpiando los peces, Vilma lo miró haciéndole la burla y en ese momento Gamboa se unió a la reunión, nada más abrir la puerta su mirada se fijo en lo que había encima de la mesa:
    --- Espero que eso no sea para comer ahora, porque tenemos que compartir la comida entre todos, yo lo saben, sin privilegios de ningún tipo --- lo último lo dijo mirando directamente a Vilma quien empujó las magdalenas a Salomé y le dijo que tenían muy buena pinta y giró sin mirarlo, la cocinera contrariada ante esa presencia poco bienvenida en su cocina no disimuló su desagrado:
    --- ¿Quieres algo Gamboa? Porque sino aquí estamos todos trabajando.
    --- Sí, el Capitán me pidió que lo esperase aquí, tenemos que hablar unos detalles de las clases --- Vilma bufó al oír que le tocaba compartir habitación con Gamboa y se fijo en como las venas de Andrés se marcaban en sus brazos mientras esmagaba un pez debido a la fuerza con que lo había apretado.
    --- Palomares, ¿no será mejor que vayas a buscar a De la Cuadra? Aunque te dijo que lo esperases aquí ya lo conocemos todos de mala leche --- tanto ella como él sabían que lo que pretendía era que se fuese de allí para evitar cualquier problema, Andrés la miró a los ojos sin decir palabra, pero no parecía muy dispuesto a dejarla en la cocina.
    --- Eso, tu vete a buscar a ese tarambana--- dijo Salomé que se había dado cuenta de la tensión que se había adueñado de su cocina--- y tu vida, hazme un favor y vete a mirar si Burbuja me sube del congelador la caja que le pedí, que es capaz de ponerse a jugar con Valeria y dejarnos a todos esperando para comer --- Vilma asintió y salió de la cocina con Andrés delante de ella.
    --- No matarás--- dijo Vilma en cuanto se hubieron alejado un poco--- es un mandamiento ¿te suena?
    --- La verdad es que ya empiezo a tenerlos borrosos--- le dijo esbozando una sonrisa torcida.
    --- Que rápido te olvidas tu de las cosas, ¿te acuerdas de mi? Soy Vilma, tu novia --- aunque estaban solos la última parte la dijo bajando la voz, también estaban manteniendo las distancias, caminaban cerca el uno del otro pero no tanto como para tocarse.
    --- Si hago un esfuerzo me suenas, pero tampoco mucho; es que creo que voy a ir a por Piti, para acabar de ir contra la Iglesia a lo grande.
    --- Piti y tu eh...--- dijo Vilma intentando no reír--- bueno, pues nada, que seais muy felices, yo ya me pondré a salir con Ramiro o con De la Cuadra quizás, tendré que pensármelo--- al nombrar al primer oficial se acordó de otra cosa que ya había querido preguntarle en la cocina--- espera, ¿cómo que te duele la espalda? ¿Era para ti el trombocid? Fue por el golpe de antes ¿verdad?
    --- No fue nada--- se apresuró a decir para tranquilizarla--- solo que Piti es tan oportuno con lo que dice como con lo que hace, me dio un golpe donde lo tenía mazado nada más, y luego no apareció con la pomada pero bueno...
    --- Estará de caza, él nunca descansa--- dijo Vilma riendo--- ¿qué tal con Ramiro?
    --- Mejor no preguntes, ya se le pasará. ¿Hablaste con Julia?---En ese momento la gente empezó a aparecer, pues tocaba cambio de tarea o descanso, así que Vilma asintió con la cabeza y gesticuló con la mano dándole a entender que ya hablarían, Andrés le sonrióy se marchó de nuevo a cubierta mientras Vilma se iba a buscar a Burbuja a los congeladores.

    Había pasado el día y Andrés y Vilma no habían podido verse de nuevo, no a solas al menos pero era algo con lo que ya contaban así que aunque a ninguno de los dos les hacía gracia ambos lo llevaban con resignación; Vilma y Ainhoa entraron al baño a lavarse los dientes cuando Piti y Andrés iban a salir de allí.
    --- Vilma, ¿quedamos en media hora te parece?--- le preguntó Piti al verla.
    --- Eh, vale, pero si quieres espérate, que me lavo los dientes y hablamos ya.
    --- No, no, dame media hora, que tengo unos asuntillos que resolver--- le dijo yéndose a toda prisa por el pasillo, Vilma se encogió de hombros y buscó la pasta de dientes en el neceser, Ainhoa que ya tenía el cepillo en la mano paseó la mirada entre Andrés, que estaba recogiendo con toda la parsimonia del mundo y ella y se disculpó alegándo una repentina necesidad de ir al baño. Andrés la miró desde la taquilla sonriéndole y Vilma se acercó:
    --- Tengo que hablar con él de un par de cosas, mañana te lo cuento ¿vale?
    --- Vale, pero no tienes que contármelo sino quieres--- le dijo acabando de recoger.
    --- Lo sé, pero es que quiero contártelo --- respondió ella dándole un leve golpecito con el cepillo de dientes en la cabeza, Andrés miró a los dos lados del cuarto de baño y en ese momento se escuchó el ruído de una cisterna así que se apartó de ella dándole las buenas noches como cualquier otro día. Vilma se acercó a la pileta y al levantar la cabeza pudo verlo reflejado a él desde el pasillo, una vez que él se dio cuenta de que ella lo estaba mirando articuló un te quiero con la boca y se fue, Vilma sonrió y notó como los nervios que tenía por la conversación que estaba a punto de tener con Piti menguaban, Andrés la calmaba, incluso más de lo que él pensaba.
    Una vez que Ainhoa salió de baño las dos echaron a andar hacía la habitación:
    --- Estela no duerme con nosotras, ¿lo sabías?--- preguntó Noa cuando estaban llegando.
    --- ¿Ah no? Mejor, me evito el querer asfixiarla de noche--- le dijo Vilma abriendo la puerta del camarote.
    --- Pero creo que es solo hoy, no te emociones demasiado--- contestó su amiga riendo--- ¿hablasteis?
    --- Sí, y no te lo pierdas, ahora le importa la opinión de Dios, ver para creer, oye, ¿tú no prefieres ir a dormir con Ulises?
    --- ¿Me estás echando?--- le devolvió la pregunta Ainhoa, ante la cara de Vilma siguió hablando--- sí, pero era por no dejarte sola.
    --- Noa vete a dormir con tu chico, es una orden, además así puedo hablar con Piti aquí.
    --- Eso quería saber yo ¿Piti? ¿Tienes la habitación para ti y quedas con Piti?
    --- ¿Quieres que quede para una fiesta de pijamas con Gamboa?--- le preguntó Vilma encaramándose a su cama para dejarla abierta para cuando fuese a acostarse.
    --- Claro, y ya que estás invita también a mi tío Julián, os lo ibais a pasar genial--- bromeó Ainhoa--- no se, pensé que querías aprovechar para estar con otra persona, ya sabes, la puerta tiene pestillo...¿Vilma?--- insistió al ver que su amiga no le hacía caso, se acercó a su lado y vio que debajo de su almohada había una galleta y una naranja--- eso no fui yo--- le dijo mientras ella sacaba las cosas de allí.
    --- Lo se--- dijo Vilma mirando la comida que tenía en la mano y sonriendo, sabía perfectamente quien había tenido naranja de postre en la comida y no había comido la galleta de la cena, lo sabía, y sintió como se le aceleraba el corazón ante ese pequeño detalle. No se había quedado tranquilo desde que ella no había podido comer las magdalenas esa mañana y había intentado darle parte de su pescado en la comida, cosa que Vilma había tenido que evitar pinchándolo con el tenedor, momento que aproveharon para cogerse las manos majo la mesa; parecía haberse relajado algo cuando en la cena la vio tomarse los dos vasos de leche con su galleta, a ella le había extrañado que él también tomase leche en vez de pescado, y más con el trabajo que De la Cuadra les había puesto aquella tarde, pero ahora lo entendía, la galleta era algo que podía esconder y dejarle allí, el pescado no.
    Le pasó la comida a Noa y se estiró para mirar debajo de la almohada otra vez, encontró un papel doblado, si aún tuviese tenido dudas de quien era aquello la letra habría acabado de solucionárselas: "Ni se te ocurra protestar, dormid bien", la frase no decía nada fuera de lo común, lo que lo hacía pasar como un gesto inocente de cualquier persona, era un detalle de nada, pero a ella no le hacía falta nada más; sabía que había sido Andrés quien lo había dejado allí y aunque mañana le echaría la bronca por haber pasado hambre por ella ahora solo podía pensar en cuanto lo quería.
    Ainhoa que sospechaba de que iba todo aquello no le insistió más, le dio un beso de buenas noches y se encaminó hacia la puerta, antes de cerrarla dijo:
    --- Que os aproveche, que teneis que crecer los dos--- Vilma rió el chiste y le contestó distraída:
    --- Buenas noches Noa, descansa--- Ainhoa se fijo en como Vilma se sentaba en la cama de Estela mientras empezaba a pelar la naranja y se llevaba una mano al estómago, lo que dijo acabó de despejarle las dudas, pero no iba a preguntar nada y arriesgarse a meterlos en un lío--- no te quejarás de que no te cuida enano--- mientras comía lo que Andrés le había dejado y notaba como el hambre en su estómago se calmaba acabó de tranquilizarse, la conversación con Piti iba a ser complicada, pero ella iba a hacer lo que sentía.

    Después de dejar la comida bajo la almohada de Vilma Palomares llegó a su camarote y se tiró sobre la cama, De la Cuadra los había matado esa tarde y aunque el preferíria dormir abrazando a Vilma y notando las pataditas del niño al tener la mano en su barriga saber que los dos iban a dormir con el estómago lleno era suficiente para que durmiese tranquilo, escuchó a Piti rosmar mientras daba vueltas en la habitación y vio como se dirigía al armario y se metía dentro casi por completo.
    --- ¿Qué haces? ¿Una búsqueda del tesoro?--- le preguntó sin levantarse de la cama viendo como daba vueltas.
    --- No te oí llegar--- dijo Piti sacando la cabeza del armario emocionado--- ah eres tú, no me sirves--- con la misma volvió a meter la cabeza dentro.
    --- Hombre gracias, ¿pero qué buscas? Que lo estás dejando todo hecho unos zorros --- le preguntó viendo como empezaba a vaciar los cajones.
    --- Nada que tu me puedas dar Palomares...bueno, nunca se sabe, ¿no tendrá usted una gomita Padre?--- Palomares abrió la boca ante la pregunta--- Un condón Palomares que no te enteras, que si tienes un condón--- Palomares negó con la cabeza y Piti bufó--- si ya lo sabía yo, no se para que le pregunto al cura...pues que sepa Padre que todo hombre debe de andar por el mundo precavido, incluso los hombres de Dios.
    --- Si por lo que niego es porque estes montando semejante desastre por buscar un preservativo, lo tuyo es mucho.
    --- Aiii, como se nota que hace mucho que no sientes un deseo irrefrenable Palomares, sino no dirías eso--- Andrés se dejó caer de nuevo en la cama y se tapo la cara con la almohada, si Piti supiera...--- por cierto, a mi me tienes que decir como lo haces, os tienen que entrenar o algo, eso ni los monjes Xao-Ling, porque ver a una tía que te pone y no mostrarlo y aguantarse las ganas de tocarla o de...--- Andrés desconectó, empezó a recitar el rosario en su cabeza, no por creencias ni mucho menos, porque había sido lo primero que se le había ocurrido y necesitaba no escuchar a Piti, porque como le hiciese mucho caso acabaría en las duchas aquella noche de nuevo.
    --- ¡Lo tengo!--- el grito lo sacó de sus pensamientos--- gracias Ramiro aunque estés más raro que un perro verde y no estés en la habitación.
    --- ¿Y quién es la afortunada esta vez Don Juan?--- le preguntó antes de que saliese por la puerta.
    --- Vilma--- contestó Piti, según el nombre de su novia salió de los labios de su amigo Andrés se levantó de golpe, estampándose contra la balda de la cama.
    --- Palomares vaya ostia, ¿estás bien?--- Piti cerró la puerta y volvió junto a su amigo que se sujetaba la cabeza con una mano mientras salía de la cama.
    --- Sí, sí --- le dijo sujétandose a la litera para mantener el equilibrio--- ¿cómo que Vilma?
    --- Sí tío, hoy cuando fui a por tu pomada estaba ella hablando con Julia, y le preguntó si...vaya que si podía ñaca-ñaca, y luego me dijo que si podía hablar conmigo, blanco y en botella Padre, blanco y en botella.
    --- Espera, espera, espera; para empezar no sabes lo que le contestó Julia, y además no sabes si lo preguntaba por ti, lo mismo solo quería estar informada.
    --- Que no, que me quedé pegando oreja, tiene vía libre para darse a las artes amatorias--- los pensamientos de Andrés amanezaron con perderse durante un segundo pero tenía problemas más urgentes que fantasear--- y si no soy yo...no creo que este hablando de Ramiro hombre.
    --- Pero vosotros rompisteis, y tu mismo dijiste que era tu mejor amiga pero....--- Palomares no pudo seguir hablando porque Piti lo interrumpió:
    --- Que no me lies Palomares, vale que sí que es mi amiga y la quiero un mundo, pero si ella quiere volver a intentarlo yo no me voy a quedar quieto ante la oportunidad de...ya sabes, coronarme--- acabó la frase haciendo un gesto bastante gráfico que hizo que a Andrés le diesen ganas de darle una colleja.
    --- Pero Piti...
    --- Deséame suerte que hoy triunfo y me la beneficio, y ponte algo de hielo en la cabeza, que te me descerebras, y ya que estás roba algo de comer, que te suenan las tripas --- No le dio tiempo a decir nada más, Piti ya había cerrado la puerta sin darle tiempo a decirle que pensase las cosas, o que no le hacía falta un preservativo porque Vilma estaba embarazada o que pretendía beneficiarse a su novia; se dejó caer en la cama de nuevo y escondió la cara entre las manos, no podía avisar a Vilma porque Piti ya iba camino de la habitación y aunque sabía que su amigo ahora iba guiado por las hormonas y nada más no podía evitar sentir celos, algo que hacia mucho que no sentía; sabía que Vilma querría hablar con él de cualquier otra cosa eso no lo preocupaba, pero imaginarse la escena...Piti había abandonado la habitación con el preservativo en la mano y seguro que iba a entrar a matar como el mismo decía, la cara de Vilma iba a ser un poema...y él allí, sin poder hacer nada, le dio un puñetazo al colchón de arriba y se levantó para ir a la cocina, al menos se pondría hielo en la cabeza e intentaría relajarse, se levantó demasiado rápido olvidándose del mareo que le había causado el golpe y tuvo que cojerse a la cama otra vez, definitivamente aquella iba a ser una noche muy larga.

    Vilma acabó la galleta justo cuando llamaban a la puerta, gritó para que pasasen y Piti entró a la habitación:
    --- ¡Hola!--- lo saludó contenta--- nos quedamos aquí ¿te parece?
    --- Sí, sí, en la habitación, por mi perfecto--- Piti se acercó a la cama y se sentó a su lado.
    --- ¿Estás bien? A ti te pasa algo que no me estás contando--- en vez de contestarle Piti se acercó a ella y la besó de golpe, Vilma se quedó estática y alucinada, ¿que coño hacía Piti besándola?

  2. 0 comentarios:

    Publicar un comentario