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  1. Un punto de vista diferente

    jueves, 28 de abril de 2011

    La letra en cursiva se corresponde con los pensamientos de un personaje muy especial


    La ventana de la habitación se había abierto sin que nadie se diese cuenta y el ambiente había refrescado, no es que fuese un día especialmente frío pero la brisa marina que corría a aquellas horas fue suficiente para alterar el sueño de quien estaba allí durmiendo a pierna suelta.


    --- Frío--- fue lo que pensó--- hace frío, ¿por qué hace frío? Yo estaba calentido y tapado, ¿me puede decir alguien porqué hace frío?--- abrió un ojo y se giró como pudo--- es ese maldito agujero en la pared otra vez ¿por qué está destapado? Si está destapado hace frío, bueno da igual; mi manta, solo necesito mi manta--- movió los bracitos como pudo pero no encontró su manta que se había escurrido en su sueño y estaba hecha una pelota a sus pies--- ¡¿Dónde está mi mantita?! Uiiii, estoy empezando a enfadarme, el agujero destapado y la mantita se escapó otra vez, lo siento pero se escapá a mis capacidades...¡¡Mamáaaaaaaaaa!!--- ese último grito se correspondió en realidad con un llanto leve, como el de todo bebé que acaba de despertase y todavía no tiene fuerzas para llorar en condiciones--- ¡Mamáaaaaaaaaaa!¡Mamáaaaaaaaaaaa! ¿Dónde se mete esta mujer cuando la necesito? ¡Papáaaaaaaaaaaa! ¡Papáaaaaaaaaaaaaaa!--- la habitación seguía en el más absoluto de los silencios y los llantos que normalmente eran atendidos con rapidez esta vez no encontraban consuelo alguno--- Es imposible que sigan dormidos, además no es su hora de dormir, es la mía de la siesta, estarán en el baño, bueno...pues más alto, ¡¡¡Mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!¡¡¡Papáaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! --- el llanto del bebé aumento pero nadie aparecía para atender sus demandas, acabó congestionado y rojo y cesó el llanto durante un momento--- pero...pero...---estaba sofocado después de semejante pataleta--- ¿dónde están estos dos? ¿A dónde se fueron sin mi? ¿Habrán ido a por otro bebé? Que la cuna es pequeña...A ver pensemos, mantengámonos calmados, puede que mamá se haya ido a algún sitio pero entonces estaría papá o al revés, nunca me dejan solo así que aquí tiene que haber algún fallo, pensemos. 
    Estoy en la cuna, eso lo se, porque ese es mi móvil de pajaritas de papel--- mientras lo dijo estiró un puño y golpeo una de ellas--- sí, son mis pajaritas, las hizo papá; esta es Cuca, este Galleto, este Kiwi y esta Pedrita--- golpeó las pajaritas con su manita provocando que se moviesen y rió ante lo que había conseguido--- si estuviese mamá me contaría un cuento con ellas como hace siempre, ui mamá, que me despisto, que he perdido a mis padres y me despisto jugando con vosotras ahora no tengo tiempo. ¿Dónde estarán? Es casi la hora de comer y no están...oh,oh...ES CASI LA HORA DE COMER...¡MAMÁAAAAAAAAAAA! ¡PAPÁAAAAAAAAAAAAAA!--- el llanto del bebé inundó la habitación y así fue durante unos minutos, el hambre y el frío hicieron mella en él y ahora lloraba realmente con ganas, ya que además de todo eso se sentía solo, finalmente la puerta se abrió y alguien entró:

    --- David, tranquilo, tranquilo, ya está--- Ainhoa se acercó a la cuna y lo cogió en brazos--- ¿pero que haces tu aquí solo?
    --- ¡Eso me gustaría saber a mi!---pensó de nuevo--- aún te creerás que me escapé yo, tengo 10 meses esto es abandono del menor en toda regla, ¿dónde están esos dos? ¿eh? Llévame con ellos que se van a enterar, hoy no duermen, ni mañana, ya veremos si pasado me lo pienso, pero venga, vamos que además tengo hambre--- Noa se dirigió al cambiador y lo apoyó allí mientras intentaba calmarlo:
    --- Venga, venga, vamos a mirar si tienes el pañal sucio y lo cambiamos, a ver si eso te calma.
    --- ¡Pero que pañal ni que pañal! Tita Noa que no es eso, no me cambies, no me cambies que está el agujero sin tapar ¡no me cambieeeeeeeeeeeeeeees!--- según le quito la ropa el llanto del bebé se hizo más agudo:
    --- Vale, ya veo que estás limpito, vamos a ver si encontramos a tu tío y le echamos una buena bronca por no estar donde tenía que estar.
    --- Está mujer está tonta hoy...papá o mamá, no el Tito, papá o mamá, mamá mejor que es la hora de comer.
    --- Deja de llorar cariño, shhhh--- le dijo mientras lo mecía intentando calmarlo.
    --- No quiero, estoy haciendo valer mis derechos, ¿dónde están esos irresponsables? Abandonando a su hijo de esta manera...menos mal que soy lo mejor de sus vidas, no vuelvo a creerme nada de lo que me digan.
    --- Venga David, ya está, ya está.
    --- ¡Que no está! No me callo, no me callo y no me callo, y por cierto ¿dónde está mi mantita?

    Ainhoa siguió andando hasta llegar al camarote de los chicos con David que seguía protestando en sus brazos, abrió la puerta y se encontró a Piti tirado en la cama:
    --- ¿Cómo se te ocurre dejar al niño solo?--- fue lo que dijo a modo de saludo.
    --- Pero si con el niño te quedabas tu, ¿a mi que me cuentas? ¿Qué te pasa enano? Deja de llorar--- le dijo mientras lo cogía de brazos de Noa e intentaba calmarlo sin suerte.
    --- ¿Qué me pasa? El agujero de la pared deja pasar frío, la mantita volvió a escaparse, papá y mamá no están y nadie me hace caso, ¿te parece poco?
    --- Que no, que te tenías que quedar tu con él, que yo fui a echar una mano a la cocina.
    --- ¿Lo dejaste solo?--- gritó Piti--- no me extraña que llore.
    --- Te dije que te quedases con él, que yo no podía.
    --- De eso nada, era yo el que tenía turno de letrinas, y por eso te quedabas tu con él.
    --- Te estoy diciendo que no...
    --- ¿A quien le importa quien fue el desaprensivo que me dejó solo?--- pensaba David mientras tanto--- yo quiero a mis padres, a mis padres, no a vosotros dos si vais a gritaros, y a todo esto ¿por qué no tengo puestos mis titines? Son de lana y calentitos, ¿dónde están? Oh no, esto ha sido el coco, Tito escucha, ¡que me escuches!--- Piti cambió al niño de lado ante el incremento de sus lloros intentando hacer todo lo posible por calmarlo mientras Ainhoa y él seguían discutiendo; Vilma había ido a que Julia le hiciese una revisión y Palomares había tenido un accidente en cubierta; nada grave, Ramiro le había hechado por encima una caja de pescado al querer cargarla solo, así que había tenido que irse a la ducha para quitarse la peste de encima; Ainhoa y Piti se habían ofrecido a cuidar al niño que ya estaba a mitad de su siesta, sería echarle el ojo hasta que alguno de los dos acabese, habían empezado discutiendo porque los dos querían quedarse con él, pero era obvio que no se habían entendido--- ¡Tito! Que el coco existe, tenías razón, que me ha robado los titines que me tejió la yaya y no...aiiii que se ha llevado a papá y mamá, ¿dónde están? Hay que buscarlos.
    --- Vamos al menos a hacerle un biberón, tiene que estar muriendose de hambre--- dijo Noa dando por zanjada la discusión visto que no iban a ningún sitio.
    --- ¡No! ¡Ya comeré! Hay que buscar a papá y mamá, que el Tito tiene razón, el coco existe y como no dormí toda la siesta se los llevo, y yo pensando que me habían dejado....podías ponerme unos titenes eso sí, que hace frio.
    --- Sí, pasa para la cocina será mejor--- le contestó Piti haciéndole carantoñas al niño para intentar calmarlo.
    --- Buah chaval,sereis incompetentes...hay que buscar a papá y mamá ¿como tengo que decíroslo?--- En ese momento se cruzaron con Ramiro que no pudo evitar una broma ante la estampa:
    --- ¿Qué? ¿Estais pensando en adoptar?
    --- Sí, Vilma y Palomares se fueron en bote y nosotros nos quedamos al niño, cuando sea mayor se lo explicaremos, no me jodas y aparta--- Piti estaba enfadado, realmente no recordaba que fuese el quien tuviese que quedarse con el niño pero eso ahora no importaba, lo importante era calmar a David que parecía haberse llevado el disgusto de su vida al verse solo y no era para menos.
    --- ¿Qué se han ido? ¿Cómo que se han ido? ¿Sin mi? No puede ser verdad, mis padres no, me quieren, si soy muy bueno y no lloro cuando no debo, y no doy mala noche que lo dicen ellos; y soy el enano favorito de mamá, no se donde tiene a los otros pero eso da igual, y papá dice que no preferiría tener otro hijo que no fuese yo, que no se pueden haber ido, que me quieren, ¡Me quieren!Vale que a veces soy un poco repugnante y mamá dice que tengo su carácter y que aunque sea difícil soy como papá y duermo a pierna suelta y tardan en despertarme, pero soy un cielo, ¡que lo dicen ellos! Y tú lo sabes Tito, tú lo sabes --- Ainhoa y Piti llegaron a la cocina pero se encontraron con que no había leche para el biberón, así que su única oportunidad era esperar a Vilma, David cada vez lloraba más y más, el frío, el hambre y la falta de sus padres hacían que fuese imposible calmarlo.
    --- Madre mía, enano cálmate que te va a dar algo--- le decía Piti que ya no sabía que más hacer--- no volveremos a dejarte solo, ya está, tranquilízate.
    --- ¿Y a mi que más me da? Que mamá y papá se fueron, haz algo, vete por ellos, siempre me cuentas como Fernando Torres resuelve todos los problemas y es mejor que Superman, ¿podemos llamarlo a él por favor? Tita Noa--- Ainhoa caminaba detrás de Piti y acarició la cabeza de David en ese momento--- llámalo tú anda, o al Tío Ulises, que mamá dice que tiene complejo de héroe, él también sirve, a quien sea ¡pero quiero a mi papi y a mi mami!
    --- Dios mio que disgusto tiene--- murmuró Ainhoa.
    --- Como para no tenerlo, te quería ver yo a ti--- le dijo Piti, llegaron al camarote de Palomares y Vilma y entraron con la esperanza de que alguno de los estuviese ya allí pero estaba vacio, iban a salir de allí cuando vieron a Palomares al final del pasillo todavía en toalla y con el neceser en la mano.

    --- Menos mal, tío ven que el niño tiene un disgusto de tres pares de cojones--- alzó la voz Piti.
    --- ¿Qué le pasa?--- preguntó Andrés al oír como lloraba y acelerando el paso para llegar, conocía los lloros de su hijo y aquel no era solo porque tuviese hambre o algo por el estilo.
    --- Espera, conozco esa voz, ese es mi papi, ¡Papiiiiiiiiiiiiiiii!--- giró la cabeza en brazos de Piti intentando mirar en la dirección desde la que se escuchaba la voz--- ¡Papi! ¿Quieres girarme corchos? Que así no veo--- Palomares llegó y Ainhoa le cogió el neceser para dejarle los brazos libres y que cogiese al niño:
    --- Eh, eh, pequeñajo ¿qué pasa? Cálmate cariño, cálmate--- lo cogió en brazos y le dio un beso en la cabeza a la vez que lo mecía--- ya está.
    --- Es que estaba solito y el agujero de la pared está abierto y la mantita se fue y mami y tu no estabais, si os vais en bote llevadme, no me dejeis aquí, y nos podemos llevar al Tito igual, o si no quereis no, pero llevadme. ¡Leches papá! Estás mojado, tanto da; yo quiero ir, despertaré antes, lloraré menos, dejaré de morderte la barbilla cuando me duelan los dientes, pero no me dejeis--- el niño todavía estaba nervioso pero parecía calmarse un poco en brazos de su padre, con sus bracitos en torno a su cuello.
    --- Ya está David, ya está, ¿tuviste una pesadilla? Ya está aquí papá, no pasa nada, tranquilo--- seguía acariciandolo y dejando un beso en su cabeza de vez en cuando--- no pasa nada, ya estás con papá.
    --- ¿Pesadilla? Puede ser...no os vais a ningún sitio entonces...mejor, mejor, ¿pero y mami?--- el niño dejó de llorar y Palomares se lo pasó a Piti, cerró la ventana y le dijo lanzándole la manta:
    --- Cógelo un segundo que voy al baño a vestirme ahora que se calmó y toma, tápalo que si se abrió la ventana tendrá frío--- Piti cogio la manta al vuelo y se la puso al niño por encima.
    --- Eh, no, no, ¿a dónde te vas? Ahhh....al baño, bueno vale, te espero aquí entonces, ahhh ya tapaste el agujero, ¡mi mantita! Te quiero papi, nunca se puedo esconder de ti. ¿Ves lista?, siempre te encuentra--- pensó David metiéndose una esquina en la boca para que no volviese a irse; Piti y Noa aprovecharon para ponerse de acuerdo y que los padres de su ahijado no los matasen, el niño había despertado así, Palomares tenía razón, debía de haber tenido una pesadilla, la ventana se había abierto hace un instante y ellos acababan de ir a buscarlos. Andrés salió del baño y volvió a coger a David en brazos:
    --- ¿Vamos a por mamá? Que seguro que tienes hambre ¿a qué sí?
    --- Vaya si tengo hambre...como si no me conocieses; eso, vamos a por mamá, que no os habreis ido pero yo sigo sin titines, lo del coco todavía me preocupa.
    --- ¿Venís chicos?
    --- No, deja, ahora que ya estás tú me voy con Ulises, hasta luego pequeñín--- dijo Noa dándole un beso al niño.
    --- Huye, huye, que de menuda ayuda eres....
    --- Yo me voy a la ducha tío, pero te acompaño hasta la enfermería--- le dijo Piti, los tres bajaron justo cuando Vilma salía por la puerta.
    --- Anda, pero si son mis chicos--- saludó contenta, se acercó a ellos y David se lanzó a sus brazos desde los de su padre--- ¿Qué tal la siesta enano?
    --- Parece que tuvo una pesadilla, y despertó bastante disgustado--- le contestó Andrés antes de darle un beso para saludarla.
    --- Anda...bueno, pero ahora ya pasó y vamos a irnos a comer y ya verás como estás mejor--- el niño le sonrió:
    --- Y solito, desperte disgustado y solito, que estos dirán lo que quieran, pero allí no había nadie, bueno...el coco ladrón de titines.
    --- Sí, empezó a ponerse nervioso mientras dormía y se despertó pegando alaridos, pero si ya está bien me voy tranquilo--- Piti dejó un beso en la cabeza de su sobrino y pusó camino a la ducha.
    --- Embustero, mentiroso...me chivaré a Fernando Torres y te vas a enterar...
    --- Cosa más rara, si las pesadillas si las tiene es de noche--- comentó Vilma.
    --- A mi también me extrañó, pero bueno, le habrá sentado mal la comida o algo, ¿tú cómo estás?
    --- Perfecta y sanota--- contestó Vilma guiñándole un ojo.
    --- Mejor--- le dijo él antes de besarla pasando sus brazos alrrededor de ella y el niño.
    --- Sabía yo que el abandono era imposible, ¿a dónde ibais a ir sin mi?--- pensó David al notar el abrazo de su padre, mientras su madre lo sostenía contra ella, uno de sus pies rozó a Vilma que se apartó de Andrés:
    --- ¿Qué hace sin calcetines?--- le preguntó extrañada.
    --- ¡Fue el coco mami!¡Fue el coco!
    --- Pues no lo se--- le contestó Andrés cogiendo los pies de David entre sus manos para frotarlos, cosa que hizo reír al niño de gusto al notar sus pies calentarse; en ese momento apareció Ramiro por el pasillo:
    --- ¿Qué? ¿ya los matasteis?
    --- ¿A quien?--- preguntó Vilma.
    --- A Piti y Ainhoa, no se entendieron y dejaron al niño solo--- al ver las caras de sus amigos habló de nuevo--- creo que no lo sabiais...mejor me voy.
    --- ¿Vas a por Piti o Noa?--- le preguntó Andrés.
    --- Noa, tu vete a por ese que aún lo pillas--- le dijo señalándolo al final del pasillo.
    --- ¡Piti!--- gritó Andrés, el aludido se dio la vuelta y echó a correr sabiendo lo que le esperaba.
    --- Y ahora tu y yo vamos a matar a la tía Noa, a ponernos unos calcetines y a comer, ¿qué te parece?
    --- A mi genial, pero lo que realmente me preocupa es el coco, mami siento decirte que hoy voy a daros la noche para dormir con vosotros, pero yo con esa cosa suelta por ahí no duermo solo--- Vilma sonrió antes los gorjeos de su hijo que parecía explicarse lleno de razón y le dio un beso antes de subir las escaleras con el bien sujeto a la cadera, mientras se entretenía jugando con uno de los mechones de su pelo como solía hacer se padre.

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