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  1. Creo en ti. Capítulo Seis

    viernes, 11 de marzo de 2011


    Faltaban 10 minutos para que sonase el despertador cuando Vilma se levantó completamente despejada, se fijó en Estela que seguía durmiendo y pensó en despertarla de un grito pero decidió vestirse antes de atacar a su amiga, aunque lo haría, era lo menos que se merecía después de lo que le había hecho la noche anterior, recordó y negó con la cabeza, aún no sabía porque no la había asfixiado con la almohada:

    Andrés acababa de tumbarse de nuevo cuando un grito de Estela hizo que se sobresaltasen:
    ---¿Qué le pasa?
    --- No, por favor, otra vez no, voy a matarla--- Le costaba escuchar a Vilma, que había movido la cabeza para enterrarla en la almohada y gritaba aprovechando que así se la oía menos. Los gritos de Estela se oían cada vez más y Vilma la había tomado con la almohada a la que estaba moliendo a golpes con un puño, él había cogido su otra mano antes de que lo golpease en el pecho; ante el siguiente sonido que salió de la boca de Estela se dió cuenta de lo que pasaba e intentando no reírse le preguntó:
    --- Vilma...Estela...como te lo pregunto...
    --- ¡Sí! La estás escuchando bien, está en pleno orgasmo. Ella y sus sueñecitos...
    ---¿Pero ya le pasó?---ante la cara de enfado de Vilma intentaba no reírse pero era imposible.
    ---Dos veces, ¡yo la mato! No te rías--- le dijo golpeándole un brazo--- no es muy agradable escucharla ahí...dándolo todo.
    --- Lo siento, ya dejó de reírme.--- La voz de Estela subió de volumen y Vilma se tapo los oídos con las manos, Palomares le dió un beso en la cabeza intentando consolarla pero acabó riendo de nuevo.
    --- No recuerdo que la última vez que la oíste te hiciese tanta gracia.
    --- La última vez sabía que iba a hacerte daño.--- El tono de Andrés dejó fuera cualquier rastro de broma, Vilma le miró llena de ternura hasta que un gemido de Estela volvió a interrumpirla.
    --- Disfrutaría de este momento y de el hecho de que mi novio es un amor ¡pero no me dejan! Se acabó, voy a despertarla.--- Y con la misma se movió para bajar de la cama.
    ---Espera que te ayudo y además así me voy, que como despierte y me vea aquí se va a morir de la verguenza.
    --- Ya puedo bajar sola--- le contestó enfadada, iba a bajar pero al estar los dos se le hacía díficil---Bueno baja, pero ¿por qué te tienes que ir? Si esta verguenza no tiene.--- Palomares bajó de la litera y la ayudó a ella a bajar:
    --- Imáginate que te pasa a ti...
    ---A mi no me pasaría, ¡mi madre me educó! ¡Y al menos no me pasaría en ese tono!
    --- Eso si que es verdad --- no podía evitarlo pero la situación le hacía gracia; hace unos meses le daría verguenza estar oyendo a Estela en esa situación, de hecho era lo que le había pasado la primera vez que la había oído, pero ahora no podía evitar reírse ante la escena y más viendo el enfado de Vilma.
    ---¿Entonces te quedas?--- preguntó echándole los brazos al cuello y usando un tono meloso.
    ---Me encanta verte así--- le contestó viendo como hacía pucheros--- pero va a ser mejor que no.
    ---Pues alé, vete--- contestó empujándolo a la puerta--- ya me quedo yo aquí con está, prefieres dormir con Piti que conmigo, muy bien...alé puerta.---Y una vez que lo dejó fuera cerró con ganas, contó hasta diez y volvió a abrir, y estaba allí apoyado en la puerta con una media sonrisa que la volvía loca:
    ---Me estás idiotizando que lo sepas--- y se acercó para besarlo a modo de despedida, a mitad de beso otro gemido de Estela les interrumpió.
    ---Y sigue...
    --- Pues nada...voy a matarla o a lijarle las cuerdas vocales, no lo tengo claro.
    ---Te quiero---se despidió él con otro beso.
    --- Te contestaría pero como casi te olvidas de decírmelo hasta mañana...nada--- le sonrió y cerró la puerta; se quedó mirando la puerta como un idiota todavía viendo la última sonrisa de Vilma cuando un grito lo sacó de su trance:
    ---¡¡¡ESTELA!!! ¿!Qué?! ¡¿Te está prestando?!
    Palomares se echó a reir y compadeció a Estela mientras iba camino de su camarote, seguro de que esa noche iba a dormir como nunca en su vida; todo había cambiado, incluso él, pero era feliz y eso no lo cambiaba por nada.

    Esa sí que había sido una buena manera de joderle la noche, aunque realmente no había nada que pudiese estropearle esa noche, pensó mientras se acababa de hacer un moño, se acercó a la cama que estaba bajo la litera de Ainhoa y cogió la chaqueta de Andrés que había dejado allí para secarse, la cogió y se la puso, le quedaba grande pero era cómoda y olía a él, así que no tenía pensado devolvérsela, además pronto le haría falta una chaqueta más grande; así que se la había agenciado.
    Salió a lavarse los dientes y volvió a la habitación, cerró la puerta con cuidado y comentó en voz alta:
    --- Está es la primera maldad que vas a hacer con mamá, pero se la merece--- pasó la mano por su estómago, el bebé no había vuelto a moverse desde la noche anterior pero ya no la preocupaba, sabía que estaba bien. Se acercó a Estela y se sentó al borde de su cama, se agachó hasta su oído y grito:
    ---¡¡¡INSPECCIÓN SORPRESA!!!--- La susodicha se levantó de un golpe quitándose el antifaz de la cara, completamente desorientada, cuando enfocó Vilma estaba de pie mirándola con la mayor de sus sonrisas maquiavélicas:
    --- ¡Buenos días Estelita!
    --- ¿Por qué me despiertas? Hay tiempo...que nos duchamos ayer por la noche...
    --- Te despierto por despertarme tu a mi ayer, ¡y venga a vestirse! Con ansia que quiero ir a desayunar--- le dijo dándole con la almohada en la cabeza.
    --- Voy--- dijo Estela arrastrando los pies fuera de la cama.--- Vilma rió contenta por haber llevado a cabo su mini venganza y se puso a hacer la cama, quería ir a desayunar porque necesitaba verlo, la cruz que llevaba al cuello le decía que todo lo de la noche anterior era real, pero necesitaba verlo para acabar de creérselo; cuando había despertado esa mañana y todo había vuelto a su mente poco había faltado para que hubiese ido a su camarote a despertarlo a él, pero logró contenerse, ella no tenía nada de potrilla desvocada; aunque eso no quisiera decir que no estuviese ansiosa por verlo, lo estaba y mucho...tanto que no pudo volver a reír al ver en que estado se encontraba, suponía que así era como se sentía la felicidad.

    Pasaron los minutos y Vilma estaba ya apoyada en el marco de la puerta del camarote metiéndole prisa a Estela:
    --- Vamos tía, que cada día te lleva más arreglarte.
    --- Ya voy, es que no encuentro las zapatillas...
    --- Que paciencia me hace falta contigo--- notó como alguien le tiraba de la capucha de la chaqueta, se giró emocionada y se encontró con Ainhoa:
    --- Ahh, hola.
    --- ¡Buenos días a ti también! No hace falta que te alegres tanto de verme mujer.--- Vilma le dió un beso en la mejilla y la dejó pasar al camarote:
    --- ¿Así mejor? Es que aquí tu amiga me despertó ayer a las 6 de la mañana, con uno de sus sueñecitos....
    --- Jejeje, ¿otra vez? Pues mira, de consuelo --- y le lanzó una manzana mientras Estela se sonrojaba--- de parte de Salomé, era eso o una naranja, pero Valeria prefiere las naranjas, así que...
    --- ¡Pero a mi me sirve! Gracias--- se acercó a Ainhoa y extendió el brazo--- ¿quieres un mordisco?
    --- No, come tú, que bastante hambre pasas y al pequeñajo le hace falta.
    --- Noa un mordisquito venga--- Ainhoa le dio las gracias y le dio un pequeño mordisco a la manzana. --- Tu, reina del cine X, muerde. --- Estela se echó a reir y mordió un poco de la manzana.
    --- Y el resto para ti y para mi--- comentó volviendo a apoyarse en el marco de la puerta.
    --- ¿Sabeis qué? Ayer se movió.
    ---¿QUÉEEEEEEEE?--- el grito de Ainhoa inundó la habitación y se acercó a Vilma y pusó una mano en su estómago--- ¿Cúando? ¿Cómo? Hola peque, soy la tita Noa--- Vilma rió ante la reacción de su amiga y mordió la manzana para ganar tiempo antes de contestarle; mientras masticaba escuchó voces detrás de ella:

    --- Manzana...que rica, ¡Buenos días in the morning!--- y después de eso Piti cogió la manzana para darle un mordisco.
    --- ¡¡Piti!! Dame la manzana, que es mía.
    --- Un mordisco mujer, que soy el padre de tu hijo.
    --- Que me des mi manzana--- mientras hablaba intentaba cogerla, cosa difícil porque él había levantado el brazo y ella no podía saltar, Piti giró y ella con él --- Dame la manzana te digo.
    --- Piti dale la manzana hombre--- la voz de Ainhoa se sumó a la de Vilma, antes de que Piti pudiese contestar un brazo se alzó por encima de la cabeza de Vilma y le quito al chico la manzana de la mano dejándola delante de la cara de ella.
    --- No seas niño, déjala comer tranquila, que tiene que comer por dos.--- Vilma sintió un escalofrío recorrerla, ya antes de que hablase sabía que era él, y para coger la manzana había tenido que pegarse completamente a ella, dejando sus cuerpos tan cerca como habían estado la noche anterior.
    --- Padre es usted un aburrido.
    --- Vale, ya estoy ¿subimos?--- Estela salió de la habitación y se unió a sus amigos que empezaron a subir menos Palomares y Vilma que se quedaron abajo. Vilma giró para mirarlo:
    --- Buenos días, ¿quieres un poco?--- mientras hablaba movió la manzana, no podía evitar sentirse algo nerviosa al verlo de nuevo delante de ella, Andrés negó con la cabeza mientras llevaba las manos a su cintura.
    --- No, a vosotros os hace más falta nena.
    --- ¿Qué has dicho?
    --- Que os hace más falta a vosotros dos que...
    --- Eso no hombre--- lo cortó--- ¿qué como me has llamado?
    --- Mmm, nena, ¿te molesta? Me ha salido solo, perdona--- Bajó la cabeza y volvió a sonar más tímido, a la vez que sus manos aflojaban la presión en su cintura así que Vilma no tardó en negar decidida con la cabeza.
    --- Nop para nada, solo que me esperaba algo más tradicional de ti--- él la miro y rodó los ojos y ella dejó el tono divertido para preguntar--- ¿entonces lo de ayer es verdad? ¿Nosotros dos...estamos juntos?--- Ante su duda él pareció recuperarse y volvió a asirla decidido y la pegó a su cuerpo.
    --- Claro que es verdad, no he estado más seguro de nada en mi vida --- y con la misma la besó en mitad del pasillo--- sabes a manzana --- comentó cuando se apartaron.
    --- ¿Ah sí? Ahora tu también; no me esperaba yo esta vena tuya, lo cuento y no me creen: Andrés Palomares insinuándose en mitad del pasillo--- mientras hablaba echó a andar cogida a su mano, ya estaba tranquila, sus palabras y su beso le habían demostrado que todo era verdad y ya podía disfrutar sin preocupaciones.
    --- ¿A dónde vas?--- le preguntó tirando de ella.
    --- ¿Cómo que a dónde voy? A desayunar--- Vilma lo miró como si fuese tonto.
    --- De eso nada, me debes algo.--- La cara de ella se iluminó al recordar lo que era y se acercó a su oído, se pusó de puntillas para alcanzarlo y le dijo:
    --- Te quiero--- nada más acabar de decirlo él volvió a besarla.--- ¿Recuperando los años de contacto pérdido?
    --- Vamos a desayunar anda--- dijo poniéndose camino del comedor y acabando de recuper el arrojo le dijo--- pero si te interesa, son las ganas de ti, no las ganas a secas.
    --- Vale, yo lo cuento y no me creen...Por cierto, ¿qué hacemos con estos? ¿Esperamos mejor a la tarde? Para no soltarlo en el desayuno y tal, porque vamos a escuchar cada gilipollez...
    --- Me da igual lo que digan, no me importa en absoluto...Pero sí, así aprovecho que tengo que decírselo al Capitán, ya no hay sacerdote en el Estrella Polar.
    --- Pues no es que me de pena la verdad --- comentó empezando a subir las escaleras, cuando llevaba un par de escalones giró y quedó justo a su altura--- Hasta la tarde no somos oficiales así que...ya me estás compensado la espera. --- Él le dió lo que quería y como siempre acabaron enrredados el uno con el otro, al separarse le dijo:
    --- ¿Esa es mi chaqueta?
    --- No, ya no--- y giró con una sonrisa de oreja a oreja, que era el reflejo de la cara de Palomares, había despertado ansioso por oír ese te quiero, escucharla decirle esas palabras era lo mejor que le había pasado en la vida.


    Cuando llegaron a la mesa el resto ya había empezado a desayunar y las chicas habían cogido la bandeja de Vilma.
    --- Primero tanta prisa para venir a desayunar y ahora llega de último Padre--- dijo Piti--- Usted nos está ocultando cosas...
    --- Cállate y desayuna paranoico--- le dijo pasando de largo para ir a coger su desayuno.
    --- ¿Qué le pasa a Palomares?--- preguntó Ainhoa.
    --- Ezp...terá--- dijo Piti con la boca llena de naranja.
    --- Pero tío no seas guarro, ¡traga antes!--- le dijo Vilma. Fue Ramiro el que habló después teniendo en cuenta que Piti no estaba en condiciones:
    --- No sé muy bien porque lo dice este; pero si que está raro, se levantó tempranísimo y metiéndonos prisa para ir a la ducha, luego se pegó una ducha de dos minutos y me dejó su turno de agua caliente y luego otra vez con prisas para venir a desayunar...tendría hambre--- Vilma no había escuchado del todo porque estaba demasiado ocupada mirando para Andrés que le había guiñado un ojo desde la cola del desayuno.
    --- ¿Qué lo qué?
    --- Dice que tenía prisa por subir y que les cedió su turno de agua caliente--- Vilma ahogó una risa ante la última parte.
    --- No es solo eso Ainhoa--- dijo Piti ahora que tenía la boca libre--- pero antes de decíroslo tengo que asegurarme, yo no hablo si no he comprobado mis fuentes--- les dijo levantando las cejas, consiguiendo risas y resoplidos a partes iguales.

    Palomares llegó y se sentó en el sitio que quedaba, enfrente de Vilma y al lado de Piti, siguieron desayunando y hablando, la nueva pareja se miraba de cuando en cuando pero intentaba mantener la normalidad, de vez en cuando se escuchaba a Palomares decirle a Piti que se estuviese quieto, y cada vez se lo oía más seguido, pero la conversación siguió tranquila, hasta que Piti giró de improvisto y tiró del cuello de la chaqueta de Palomares:
    --- ¡Lo sabía!
    --- ¡Qué te estes quieto con la manita! ¡Toda la santa mañana igual!--- le gritó dándole en la mano y subiendose el cuello de la chaqueta otra vez.
    --- ¡Ajá! ¡Lo sabía! Padre usted tiene un chupetón en el cuello, y más grande que una catedral. Ha traicionado los mandamientos de Altísimo--- Todos se quedarón mirando a Piti y Palomares boquiabiertos como si aquello fuese un partido de pin-pon y Vilma estuvo a punto de escupir la leche que estaba tomando. Palomares se limitó a fulminarlo con la mirada y se levantó:
    --- Voy a por agua, ¿alquien quiere algo?--- había bajado la voz pero su tono distaba mucho de ser el de siempre.
    --- Sí, espera--- dijo Vilma levantándose a toda prisa--- a ver si Salomé me da algo más de leche.--- Toda la mesa se quedó sumida en un silencio incómodo no sabiendo si creerse o no lo que había dicho Piti y sin saber muy bien como reaccionar ante la actitud de Palomares, tenía todo el derecho a enfadarse, pero la única vez que lo habían visto así había sido cuando a voz en gritó le había exigido al mismísimo Capitán que llevase a Vilma a puerto.

  2. 1 comentarios:

    1. Argen dijo...

      buahhh me encanta!!!!!!!! me lei los seis capitulos de un tiron!! eres una artistaa!!! =)

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